Practicar ejercicio regularmente, mejora notoriamente la salud, brindando diversos beneficios como mejorar nuestro rendimiento físico y mental durante el día, mejorar el sistema cardiovascular, previniendo enfermedades como la obesidad y la diabetes.
Tras la realización de una actividad física, es normal que experimentes una sensación de felicidad, tranquilidad, alivio del estrés, que no puedes explicar, y esto se debe a que cuando realizamos ejercicio, liberamos una serie de hormonas y neurotransmisores que nos ayuda a ser y sentirnos más saludables cada día.
- Endorfinas: Tener un alto nivel de endorfinas es muy positivo para la “felicidad” de las personas, ya que, como se mencionó anteriormente, son similares a los opiáceos en su efecto analgésico y de sensación de bienestar, pero no tienen contraindicaciones.Así, las endorfinas son capaces de inhibir las fibras nerviosas que transmiten el dolor, además de actuar a nivel cerebral produciendo experiencias subjetivas, como: mejorar el estado de ánimo, entregar un efecto antidepresivo y otras acciones conocidas por los deportistas, como son la disminución de la ansiedad y la sensación de bienestar, además de la analgesia y sedación antes mencionada.
- Dopamina: Cuanto más entrenes, más dopamina se liberará. Esta hormona es la razón principal por la que te sientes bien haciendo ejercicio, por la que eres capaz de terminar una rutina aunque tu cuerpo y mente quieran abandonar y la que te permite aumentar el rendimiento y batir tus PB.Después de entrenar, el nivel de dopamina desciende, mientras que el de serotonina aumenta. La serotonina es la antagonista hormonal de la dopamina y tiene varias funciones: entre otras, está involucrada en la regulación del ciclo del sueño y la temperatura corporal, controla el apetito y disminuye la sensación de dolor. Se la conoce como una de las hormonas de la felicidad porque cuando se libera lleva a una sensación de satisfacción interior.
- Serotonina: la hormona de la felicidad.Esta sustancia se libera tras la práctica de actividad física e influye directamente en nuestro estado de ánimo y en nuestra paz interior. El incremento de este neurotransmisor provoca que nos alejemos de episodios depresivos. Además de estar muy relacionada con la felicidad, el aumento de esta hormona estimula la sensación de calma, que nos ayuda a conciliar mejor el sueño y a regular la ingesta de alimentos.