La tiroides es una glándula que se encuentra en la parte anterior y superior de la tráquea.Esta glándula endocrina, que presenta forma de mariposa, se encarga de producir hormonas esenciales en el cuerpo humano, ya que influye en muchos aspectos vitales del mismo, como los que se citan a continuación:
- El metabolismo o velocidad con la que se quema o se consume la energía de los alimentos ingeridos y que, por tanto, influye en el peso.
- El crecimiento.
- La regulación del ritmo cardíaco.
- El estado o aspecto de la piel.
La actividad física complementa de manera positiva el tratamiento farmacológico en personas con trastornos de la glándula tiroides, sobre todo, con hipotiroidismo, ya que acelera su metabolismo, que tiende a ser más lento. Sin embargo, en los pacientes con hipertiroidismo el ejercicio debe practicarse con cautela, porque suelen presentar una densidad mineral ósea menor y tienen un riesgo mayor de fractura si practican ejercicios de alta intensidad.
Los que padecen hipotiroidismo sufren cansancio crónico, debido al inadecuado suministro sanguíneo y reparto de nutrientes a los músculos, lo que compromete su resistencia y su capacidad para realizar deporte y, además, eso conlleva problemas músculo-esqueléticos que inducen a fatiga y mialgia por esfuerzo. Todo esto hace que la adherencia a una vida activa sea más difícil.
Sin embargo, la actividad física es una herramienta importante que mejora considerablemente la sintomatología de estas personas y, por tanto, su calidad de vida.
Un entrenamiento estructurado con ejercicios de fuerza y de resistencia aeróbica ayudan a disminuir el cansancio y el insomnio y a mejorar la efectividad del tratamiento y la intolerancia al ejercicio.
Dieta y ejercicio para contrarrestar los efectos
Debido a que el hipotiroidismo reduce la tasa metabólica en reposo de su cuerpo, las personas con esta afección son más propensas a aumentar de peso y sufrir problemas secundarios causados por la obesidad.
Las personas con tiroides pueden tener dificultades para desarrollar proteínas del músculo esquelético en respuesta al ejercicio.
Por ello, lo más adecuado es mantener una dieta equilibrada con un buen porcentaje de proteína magra, evitando los alimentos que hemos mencionado.
La construcción de músculo a través del entrenamiento de fuerza puede contrarrestar estos efectos, por lo que incluye una rutina de estos ejercicios para conseguir resultados.